jueves, 30 de agosto de 2007

Antonio Puerta o Los Médicos No Son Dioses

Es una pena que un deportista muera en su ámbito de trabajo como cualquier trabajador, como tantos, que mueren en su trabajo en España (1.000 trabajadores mueren en España al año, 3 por día). Me parece inconcebible el tratamiento que se le hace en algunos programas de televisión a este caso (concretamente "Aquí Hay Tomate"), poniendo en tela de juicio el trabajo de los médicos, diciendo que se podría haber evitado, que podrían haber hecho algo más. Los médicos son médicos pero no son dioses, y tenemos que agradecerles todo el trabajo que hacen por nosotros, y para demostrar su trabajo sólo hay que mirar la tasa de mortalidad que había hace 50 años y la que hay ahora. Pero aún hay gente que no es capaz de comprender que la muerte viene cuando menos se le espera y no encuentran otra solución que acusar de negligencia a los médicos. Lo penoso es que si nuestras vidas dependiesen de esa gente que acusa de negligencia a los médicos la tasa de mortalidad sería horriblemente alta.

Mi madre se murió hace menos de un mes, después de una operación en la que le hicieron dos "by-pass", seis días después murió y no se pudo hacer nada por ella. Me dolió, pero no me parece coherente acusar a los médicos de negligencia, porque es así como la muerte viene, inesperadamente.
A la muerte de Antonio Puerta se le denomina "muerte súbita", si no fuese súbita no sería inesperado y, aunque es una pena, hay que comprender que, en este momento con las investigaciones que hay, no se podía hacer más para luchar contra la muerte.

Un recuerdo y un homenaje para todos los que, como Antonio Puerta, mueren en su ámbito de trabajo. Una de las peores muertes que hay.

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