domingo, 13 de mayo de 2007

El Suicidio

Después de muchos días sin actualizar mi "blog". Resurjo, como el Ave Fénix, con un tema que ha dado mucho que hablar en todas las sociedades y civilizaciones, y que aún, hoy en día, no se sabe bien el porqué de la conducta del suicidio.

Es un tema del cual la gente no suele querer hablar, pero es muy significativo que los que toman esa determinación suelen ser personas inteligentes con una fuerte carga emocional (ej. Ernest Hemingway).

La mayor parte de los científicos sociales están de acuerdo en que el suicidio es una forma compleja de conducta, que tiene causas biológicas, psicológicas y sociales. Por ejemplo, los psiquiatras han descubierto que, en los casos estudiados, existe generalmente una fuerte depresión. Otros científicos afirman que algunas personas son genéticamente más propensas que otras a las depresiones y por lo tanto al suicidio.

Los psicólogos y sociólogos han encontrado muchas otras influencias personales y situacionales que también contribuyen a la muerte voluntaria. Ésta se produce a menudo para escapar de circunstancias dolorosas; también como acto de venganza contra otra persona a la que se acusa de ser responsable del sufrimiento que lleva a tomar tan drástica decisión. Estos sentimientos se conocen por las notas o cartas que, en ocasiones, deja la persona antes de suicidarse. No obstante, la causa más frecuente es la percepción por parte de la persona de que la vida es tan dolorosa que sólo la muerte puede proporcionarle alivio. La pérdida de un ser querido, o dolores crónicos, físicos o emocionales, pueden producir una sensación de incapacidad para cambiar las circunstancias de la vida y un sentimiento general de desesperanza ante cualquier cambio, lo que lleva a un callejón sin salida donde la muerte es la única solución.

Los intentos fallidos de suicidio pueden significar una petición de ayuda que, si es ignorada, puede ser precursora de posteriores intentos.

En 1897 Émile Durkheim postuló que el suicidio era un fenómeno sociológico más que un puro acto individualista. Él lo consideraba consecuencia de una mala adaptación social del individuo y de una falta de integración. Identificó cuatro tipos de suicidio: egoísta, altruista, anómico y fatalista que sucedían como consecuencia de determinadas condiciones sociales. Así, el suicidio egoísta y el altruista eran el resultado de una débil o fuerte integración del individuo en la sociedad. El suicidio anómico y el fatalista venían determinados respectivamente por una débil y excesiva regulación por parte de la sociedad. Sin embargo, la tendencia actual considera el suicidio desde un punto de vista psicológico en lugar de una perspectiva moral.

Algunos psicólogos piensan que los sentimientos crecientes de soledad, desarraigo y falta de sentido en la vida contribuyen al aumento del número de suicidios en los países industrializados. Pero un psicólogo que yo conozco dice que todos los casos de suicidio que él ha visto, son accidentes. Que la verdadera causa de la muerte no es su provocación, sino que empieza como una evasión y acaba en una sucesión de situaciones que causan la muerte.

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1 comentarios:

A las 4 de junio de 2007, 21:37 , Blogger Juan ha dicho...

He recordado que Cioran decía que desde que había interiorizado sin temor alguno la posibilidad de suicidarse había conseguido vivir con mucha más tranquilidad

 

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