El Abrazo
Es muy curioso que últimamente hay mucha gente que va de “bohemia” y de ser unos conocedores del arte, y te hablan de artistas que nos los conoce nadie para ir de esnobs, de “cool” y de especialistas.
Esa gente nunca me ha hablado de Juan Genovés, uno de los artistas más significativos que ha dado España y reconocido mundialmente, donde su cuadro “El Abrazo” es un símbolo de la fraternidad entre los hombres y uno de los cuadros que mejor representa el triunfo de la transición española.
Dice Juan Genovés: “La pintura, como todas las demás artes, hay que verla sentado. ¿Quién se imagina ver una película, una obra de teatro, oír un concierto clásico o leer un libro de pie?”. Y es cierto, porque al pasarte más del minuto que normalmente pasamos delante de un cuadro en un museo te empiezas a introducir en el mismo cuadro y empiezas a ver cosas que en ese minuto no eres capaz de apreciar. Ese cambio en la forma de observar los cuadros empezó con los movimientos vanguardistas de principios del siglo XX, que por su ansia de romper con todo lo anterior empezaron a colocar los cuadros de la forma que conocemos ahora. Anteriormente, los cuadros se colocaban en una pared todos juntos y se ponían unos asientos para verlos. La gente se podía pasar allí horas, ensimismados e introduciéndose en el significado subjetivo del cuadro.
Así que, recomiendo a todos los que vean el cuadro “El Abrazo”, que se paren a observarlo detenidamente y apreciarán toda la belleza y el simbolismo que nos transmite.
Etiquetas: Abrazo, Genovés, Juan, Transición
entrada de Yago Castro Díaz @ 13:22
2 comentarios:
Gracias por el post.
Yo, antes, mucho antes de que tu nacieras.
Daba abrazos, muchos abrazos.
Siempre abrazos fuerte, tiernos.
Pasó un tiempo y empecé a sentir golpes cuando daba un abrazo.
Seguramente fui yo la equivocada.
Por eso desde ahora volveré a dar abrazos fuertes, muy fuertes.
Victoria, recibe desde aquí un beso enorme y un gran agradecimiento por el cariño que siempre has demostrado hacia mi ya desde pequeño. Recuerdo bien las visitas a la casa del bajo en la cuesta del Rosario y como jugaba con Yago y Antón, a veces iba con José Ramón el hijo del pintor, él lo recordará también. Y esa casa forma parte de los recuerdos de mi infancia igual que tu hospitalidad y tu enorme paciencia con todos nosotros.
Un beso enorme!!!
Juan
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